Jazz
La noche en el Night-club
es siempre mágica.
Hay suficiente humo para no poder respirar
y una barra donde al final
unos perdedores juegan a recordar
que una vez pasaron por la puerta del bar
y no necesitaron entrar.
En el escenario, donde toca Tom
hay sombras de ese saxo de latón
que durante años tocaban con pasión
los músicos "negros" de Washington.
Se me hace duro no estar allí las ultimas horas del día
A veces llego cuando no queda nadie
solo el olor a rancia despedida
la que todos los que vamos le damos a la vida
día tras díaa.
Pero cuando marcho hacia casa
con la cabeza gacha
resuenan las notas de Summertime
en mi memoria
y eso sólo, sólo eso
me hace levantarme por las mañanas.
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